La fragilidad de la vida.Pastor Abraham Luciano Como nos sorprende cuando alguien con todo un futuro por delante, muere. Aunque lleguemos a pensar que nunca vamos a morir, un día llegará donde lo estableció que es la muerte se cumpla. Hebreos 9.27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, La muerte es algo establecido, es por eso que cada día qué pasa estamos en un proceso que nos envejecemos, llevándonos a lo establecido, aunque no estemos de acuerdo. La fragilidad de la vida nos debe llevar a meditar, que necesitamos vivir para agradar a Dios. La vida no deja de ser frágil, los errores humanos o de cosas que depositamos nuestra confianza para movernos en la vida, puede llevarnos a lo establecido. Las enfermedades son medios de acercarnos a lo establecido, y podemos seguir mencionando más cosas, pero no quiero pasar por alto lo que dice Heberos 9:27 después que habla de lo establecido que es la muerte. …está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, El solo hecho de nacer, tu destino será la muerte, no es algo negativo, es la realidad de la vida. El pecado desató esta sentencia de muerte y juicio, el cual todos nosotros tendremos que enfrentar. En Génesis 3.19 dice: 19Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Todavía somos de los que se sorprende al ver las personas morir, es la fragilidad de la vida, hoy la tenemos y mañana deja de ser. En el Salmo 89.48 dice: ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librará su vida del poder del Seol? El hombre no muere por que es viejo, malo, o está enfermo. El Niño,el joven, el sano,y a lo que llamamos bueno, se mueren. En 1 Pedro 1.24 dice: 24Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Cuantas personas no están con nosotros hoy, que tuvieron que partir de este mundo por lo establecido, gente amada,querida, pero que le tocó su hora de partir. Tres preguntas que no respondemos con exactitud: 1. ¿Cuándo vamos a moris? 2. ¿Dónde vamos a morir? 3. ¿Y como vamos a morir? Lo que importa realmente es que cuando andemos en el valle de sombra de muerte, tengamos la seguridad de que descansaremos en paz. Salmo 23.4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Que el día de lo establecido, nuestras vidas hayan sido entregada a Cristo, quien es nuestro salvador. En Romanos 14.8 dice: 8Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. La realidad de la muerte nos asusta a todos, pero como creyentes, debemos entender que la muerte es una ganancia. Filipenses 1.21 21Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. ¿Cuándo es ganancia? Cuando en vida hemos creído en Jesús. En Juan 3.16–17. 16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. Romanos 10.8–10 8Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
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Promesa y proponerse.
La promesa es lo que usted se impone en su voluntad. El problema está en que las promesas se convierten en una mentira. ¿Qué es lo que hace que una promesa se convierta en una mentira? El no cumplirla. Las promesas de Dios son seguras, Él no puede mentir y él la puede cumplir. El problema de nosotros, es que aun queriendo cumplir la promesa, se pueden aparecer cosas inesperadas y por eso no poder cumplir lo prometido. Alguien dijo: “lo prometido es deuda” La promesa es una deuda que pagar. A quien usted le promete algo, es como si estuviera en deuda con esa persona. En la escritura vemos en Eclesiastés 5:4,5 que se nos aconseja lo siguiente: 4 cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. 5 mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. Las promesas humanas, pueden fallar por las circunstancias, se pueden presentar tantas cosas que nos harán quedar mal. Faltar a una promesa nos hace ser desleales, y mentirosos. Es por eso que más que prometer algo, es proponerse hacerlo fielmente. Lo que usted se propone en la vida, es más fuerte que una promesa. En Daniel 1.8 Dice: 8Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. Daniel no estaba haciendo una promesa, el propuso en su corazón. Lo que uno se propone hacer, es más que palabra, como en el caso de las promesas. Daniel se propuso de todo corazón no contaminarse, esto era algo que él iba a poner de su parte para que fuera así. Las promesas humanas suelen fallar, y más en este tiempo. En 2 Crónicas 7.11 Dice: Terminó, pues, Salomón la casa de Jehová, y la casa del rey; y todo lo que Salomón se propuso hacer en la casa de Jehová, y en su propia casa, fue prosperado. Esto habla de que lo que Salomón se propuso hacer lo termino. El que se propone hacer algo, tiene ese ánimo y fuerza para hacerlo. Usted puede prometer, pero cumpla. Santiago 5:12 dice: ...que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación. Mas que una promesa, propóngase hacer las cosas. Que entre nosotros haya menos promesas y más disposición en hacer lo que nos hemos propuesto hacer en el corazón. A veces tenemos sobres de promesas, pero llamémosle mejor el sobre de lo que de corazón nos hemos propuesto a dar. Si usted quiere llamarle promesa a una ofrenda no es problema, pero es mejor que sea lo que en el corazón hemos propuesto a dar. En 2 corintios 9. 7 dice: Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. No solo aplique esto a una ofrenda financiera, en todo lo que queremos hacer, que sea más que promesa, sino una propuesta del corazón que nos mueve a una acción que hace que las cosas no se queden en palabras. Pastor Abraham Luciano |
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