La palabra de Dios se recibe .
Es importante saber que somos el terreno de Dios, donde él quiere sembrar su palabra. Es por eso que la palabra se recibe, usted no rechaza la palabra ,porque es lo que hará en usted un efecto poderoso que le hará dar frutos.
En 1 Tesalonisenses 2:13 Dice: Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
Pablo tuvo que salir de Tesalonica, dejando allí a buenos creyentes que vivieron un tiempo difícil, pero esto no era una excusa para no recibir la palabra, Pablo estaba agradecido por ellos que habían reconocido que la palabra predicada venía departe de Dios.
La bendición de los Tesalonisenses era:
1- La disposición de recibir la palabra de Dios.
2- Creían en lo que oían por boca de Pablo.
3- Lo que oían no lo recibían como palabra de hombre, su fe estaba en que era palabra de Dios.
En los Tesalonisenses ocurrió lo que le pasó a Lidia, que se abrió el corazón para recibir la palabra de Dios. Dice en Hechos 16:14
14Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.
A veces oramos para que los cielos se abran, pero lo que debemos orar es para que los corazones se abran. Si algo resultará en bendición es que lo que oímos de parte de Dios este cayendo en el corazón.
Si el hombre cierra el corazón a la palabra, no será el terreno de bendición queda fruto en su tiempo.
Los tesalonicenses en tiempos difíciles podían tener fe, por que al recibir la palabra que escuchamos recibimos fe. Romans 10:17
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
El pueblo que ha cerrado el corazón para rechazar la palabra de Dios, caminará en duda y la duda lo llevara al fracaso.
La palabra en sí mismo tiene el poder para que obre dentro de nosotros. La palabra es la semilla y nosotros somos el terreno donde la palabra se desarrolla y da los frutos.
Donde no se recibe la palabra no hay frutos. Si el corazón se cierra no podrá producir lo de Dios. Es por eso que Pablo estaba dando gracias a Dios por los Tesalonisenses por que recibieron la palabra, indicando esto que ellos iban a producir lo de Dios. Sin la palabra de Dios no vamos a poder producir lo de Dios.
En Mateo 23:58 habla de los resultados de cerrar el corazón a la palabra . Dice : y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
Marcos 6 : 5 lo lleva a un punto más profundo :
Y no pudo hacer allí ningún milagro,...
No es que Jesus no quiso, es que no pudo. Cuando el corazón se cierra, se cierran muchas bendiciones. Las bendiciones nos pertenecen solo es cuestión de abrir el corazón y recibirla.
Pastor Abraham Luciano
Es importante saber que somos el terreno de Dios, donde él quiere sembrar su palabra. Es por eso que la palabra se recibe, usted no rechaza la palabra ,porque es lo que hará en usted un efecto poderoso que le hará dar frutos.
En 1 Tesalonisenses 2:13 Dice: Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
Pablo tuvo que salir de Tesalonica, dejando allí a buenos creyentes que vivieron un tiempo difícil, pero esto no era una excusa para no recibir la palabra, Pablo estaba agradecido por ellos que habían reconocido que la palabra predicada venía departe de Dios.
La bendición de los Tesalonisenses era:
1- La disposición de recibir la palabra de Dios.
2- Creían en lo que oían por boca de Pablo.
3- Lo que oían no lo recibían como palabra de hombre, su fe estaba en que era palabra de Dios.
En los Tesalonisenses ocurrió lo que le pasó a Lidia, que se abrió el corazón para recibir la palabra de Dios. Dice en Hechos 16:14
14Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.
A veces oramos para que los cielos se abran, pero lo que debemos orar es para que los corazones se abran. Si algo resultará en bendición es que lo que oímos de parte de Dios este cayendo en el corazón.
Si el hombre cierra el corazón a la palabra, no será el terreno de bendición queda fruto en su tiempo.
Los tesalonicenses en tiempos difíciles podían tener fe, por que al recibir la palabra que escuchamos recibimos fe. Romans 10:17
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
El pueblo que ha cerrado el corazón para rechazar la palabra de Dios, caminará en duda y la duda lo llevara al fracaso.
La palabra en sí mismo tiene el poder para que obre dentro de nosotros. La palabra es la semilla y nosotros somos el terreno donde la palabra se desarrolla y da los frutos.
Donde no se recibe la palabra no hay frutos. Si el corazón se cierra no podrá producir lo de Dios. Es por eso que Pablo estaba dando gracias a Dios por los Tesalonisenses por que recibieron la palabra, indicando esto que ellos iban a producir lo de Dios. Sin la palabra de Dios no vamos a poder producir lo de Dios.
En Mateo 23:58 habla de los resultados de cerrar el corazón a la palabra . Dice : y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
Marcos 6 : 5 lo lleva a un punto más profundo :
Y no pudo hacer allí ningún milagro,...
No es que Jesus no quiso, es que no pudo. Cuando el corazón se cierra, se cierran muchas bendiciones. Las bendiciones nos pertenecen solo es cuestión de abrir el corazón y recibirla.
Pastor Abraham Luciano