Menospreciar es la acción del orgullo.
El orgullo se manifiesta en acciones de menosprecio. Esta es una de las razones por lo cual hay quienes ponen en poco las cosas del Señor, el orgullo.
El orgullo es una excesiva confianza en sí mismo.
El que se mueve en esa excesiva confianza de sí mismo , llega a pensar que es mejor que todo el mundo y manifiesta un rechazo por todo lo que él piensa que está por debajo de él.
Jesus ilustró esta verdad en parábola y dijo: A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Lucas 18:9
Hay Cierta consideraciones que tenemos en la mente que nos mueve a pensar que nosotros somos mejores que los demás. ¿Cuándo es que pensamos eso? Cuando menospreciamos. Hasta menospreciar la palabra que se predica es un orgullo, menospreciar el templo de Dios es un orgullo, menospreciar la oración es un orgullo, menospreciar la gente es un orgullo.
Romanos 12.3
3Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Los altos conceptos de nosotros mismo es orgullo.
Hay una medida de fe que no es orgullo, es fe. Pero debemos velar que no estemos caminando en orgullo pensando que es fe. La fe se identifica porque está conectada al cielo y su confianza está en Dios.
10Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Compararnos con otros y llegar a la conclusión de que somos mejores, es orgullo.
Cuando el orgulloso ora, se alaba el mismo, aún cuando habla es lo mismo. El orgulloso puede reconocer la falta del otro, pero ignora su arrogancia y fácil de menospreciar a los demás que el piensa que no están a su nivel.
El religioso también da señales de orgullo.
Hay cosas que Dios nos permite hacer que otro no está haciendo, esto debe movernos a mirar con gratitud al cielo, y no mirar con menosprecio lo que no hacen lo mismo que nosotros. Hay una gracia en lo que hacemos, solo Dios merece la gloria. Tenemos que tener cuidado de usar mucho esta palabra: Yo no soy como fulano, yo sí hago esto. Esta es una frase que se produce en el corazón del orgulloso.
La humildad nos hace reconocer la necesidad de Dios que tenemos.
13Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Lucas 18:13
El orgullo no arregla su vida espiritual, porque su alto concepto lo ha llevado a pensar que el merece ser admirado, aplaudido, reconocido. Esto es lo que busca el hombre cuando es orgulloso.
Lo que el orgullo identifica que está mal en el, lo justifica. Porque aún cuando ora , muestra su arrogancia.
Jesus hablando de esta parábola dijo en resumen: 14Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Lucas 18:14
Jesus claramente enseña que el menosprecio es una forma de orgullo. Tristemente lo que adapte este tipo de actitud sé enaltecen y serán humillados. El menosprecio es orgullo, y las consecuencias es humillación.
No es lo mismo que yo me humille delante de Dios, que el orgullo y el menosprecio me lleve a la humillación.
Lea era una mujer menospreciada, pero Dios la recompenso con hijos. Génesis 29.31
Lea paso por el menosprecio, y Dios la recompensaba con hijos. Cuando Dios permite que el menosprecio nos toque es para producir algo en nosotros. Dios es un Dios de proposito, y del menosprecio de otro sacara algo bueno para nosotros. El menosprecio trae aflicción y la aflicción que Dios produce nos hace producir.
El orgullo es una excesiva confianza en sí mismo.
El que se mueve en esa excesiva confianza de sí mismo , llega a pensar que es mejor que todo el mundo y manifiesta un rechazo por todo lo que él piensa que está por debajo de él.
Jesus ilustró esta verdad en parábola y dijo: A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Lucas 18:9
Hay Cierta consideraciones que tenemos en la mente que nos mueve a pensar que nosotros somos mejores que los demás. ¿Cuándo es que pensamos eso? Cuando menospreciamos. Hasta menospreciar la palabra que se predica es un orgullo, menospreciar el templo de Dios es un orgullo, menospreciar la oración es un orgullo, menospreciar la gente es un orgullo.
Romanos 12.3
3Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Los altos conceptos de nosotros mismo es orgullo.
Hay una medida de fe que no es orgullo, es fe. Pero debemos velar que no estemos caminando en orgullo pensando que es fe. La fe se identifica porque está conectada al cielo y su confianza está en Dios.
10Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Compararnos con otros y llegar a la conclusión de que somos mejores, es orgullo.
Cuando el orgulloso ora, se alaba el mismo, aún cuando habla es lo mismo. El orgulloso puede reconocer la falta del otro, pero ignora su arrogancia y fácil de menospreciar a los demás que el piensa que no están a su nivel.
El religioso también da señales de orgullo.
Hay cosas que Dios nos permite hacer que otro no está haciendo, esto debe movernos a mirar con gratitud al cielo, y no mirar con menosprecio lo que no hacen lo mismo que nosotros. Hay una gracia en lo que hacemos, solo Dios merece la gloria. Tenemos que tener cuidado de usar mucho esta palabra: Yo no soy como fulano, yo sí hago esto. Esta es una frase que se produce en el corazón del orgulloso.
La humildad nos hace reconocer la necesidad de Dios que tenemos.
13Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Lucas 18:13
El orgullo no arregla su vida espiritual, porque su alto concepto lo ha llevado a pensar que el merece ser admirado, aplaudido, reconocido. Esto es lo que busca el hombre cuando es orgulloso.
Lo que el orgullo identifica que está mal en el, lo justifica. Porque aún cuando ora , muestra su arrogancia.
Jesus hablando de esta parábola dijo en resumen: 14Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Lucas 18:14
Jesus claramente enseña que el menosprecio es una forma de orgullo. Tristemente lo que adapte este tipo de actitud sé enaltecen y serán humillados. El menosprecio es orgullo, y las consecuencias es humillación.
No es lo mismo que yo me humille delante de Dios, que el orgullo y el menosprecio me lleve a la humillación.
Lea era una mujer menospreciada, pero Dios la recompenso con hijos. Génesis 29.31
Lea paso por el menosprecio, y Dios la recompensaba con hijos. Cuando Dios permite que el menosprecio nos toque es para producir algo en nosotros. Dios es un Dios de proposito, y del menosprecio de otro sacara algo bueno para nosotros. El menosprecio trae aflicción y la aflicción que Dios produce nos hace producir.